De acuerdo con la OMS, mil millones de personas tienen sobrepeso, y más de 300 millones son obesos. A su vez, cada año mueren por lo menos 2.6 millones de personas por obesidad, y se asocia a cuarto lugar de defunción en países desarrollados. 44 % para desarrollar diabetes tipo 2, 25% cardiopatía isquémica y 11% desarrollo de cáncer.
Es importante mencionar que el nivel de obesidad se gradúa a través del índice de masa corporal el cual el valor normal es de 118 a 25 y se clasifica la obesidad en grado I, con IMC de 30 a 35 y grado II nivel de 35 a 40 y grado III con IMC mayor de 40.
El mecanismo de obesidad para desarrollar eventos cardiacos está basado en cambios metabólicos y estructurales como: Resistencia a la insulina, aumento de leptina e inflamación lo cual repercute a nivel del endotelio favoreciendo factores trombogénicos, es decir predispone al desarrollo de ateromas. Así mismo si progresa la resistencia a insulina se puede desarrollar diabetes mellitus, es decir aumento de glucosa en sangre lo cual condiciona a mayor afectación vascular, predisponiendo a favorecer ateromas y desarrollo de eventos de infarto al miocardio.
Otro de los efectos es aumento de grasa en tejidos y nivel vascular, favoreciendo desarrollo de dislipidemia que favorece eventos cardiovasculares de infarto agudo al miocardio.
Por lo tanto, la obesidad es un factor de riesgo para enfermedad coronaria, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias, muerte súbita, hígado graso y cirrosis hepática. Por tal razón las medidas están encaminadas a disminuir el sobrepeso y obesidad a través de medidas no farmacológicas, como programa de ejercicios graduados y dieta para lograr pérdida de peso, así mismo si las medidas son refractarias se debe recurrir a medidas intensivas en casos más severos, por lo cual, lo más importante es la prevención y seguimiento de la obesidad y los factores de riesgos cardiovasculares, sobre todo cuidar el corazón para evitar eventos cardiovasculares, porque tu corazón es primero.